Durante la actividad, Ruz entregó un mensaje cargado de motivación y esperanza para los jóvenes, destacando la posibilidad real de cambiar el rumbo de sus vidas y construir un futuro distinto.

Las charlas tuvieron un fuerte componente vivencial, pues Franco, quien se ha transformado en un referente de reinserción social en Chile y el extranjero, compartió su propia experiencia, recordando que incluso tuvo un paso por el entonces Lihuen —actual CIP-CRC Limache— antes de cumplir condena en un recinto penitenciario de adultos. Este relato resonó con especial fuerza entre los asistentes, quienes vieron reflejado en él un testimonio concreto de que es posible transitar desde la vulnerabilidad hacia la superación. Uno de los jóvenes presentes comentó al finalizar que “esto motiva, es bacán que él venga a hablarnos de esto, porque uno piensa que, si él pudo, ¿por qué no voy a poder yo?”.

La historia de Franco Ruz es ampliamente conocida: estuvo privado de libertad por casi una década, donde logró titularse como Técnico en Administración Logística con excelencia académica; participó en talleres culturales y posteriormente se transformó en monitor y profesor en programas de reinserción. Hoy, a sus 30 años, ha sido invitado a exponer en instancias internacionales, incluyendo la Organización de las Naciones Unidas en Viena, donde compartió su experiencia como ejemplo de resiliencia y transformación.

Respecto a su participación en la jornada, el expositor señaló que “para mí tiene un valor emocional muy fuerte venir hoy, por el hecho de haber estado aquí en contexto de encierro (cumpliendo sanción) y que hoy se me abran las puertas para venir a entregar este mensaje; es espectacular, muy lindo para mí”. Con estas palabras, subrayó la importancia que tiene para él devolver esperanza a los jóvenes que hoy viven un proceso similar al que él enfrentó.

La visita de Franco Ruz al Centro de Justicia Juvenil de Limache no solo fue un momento de reflexión, sino también un hito que reafirma el compromiso institucional con generar espacios que inspiren a los jóvenes en su camino hacia la reinserción. La experiencia demostró que los testimonios cercanos y reales tienen un impacto profundo, permitiendo que los adolescentes visualicen nuevas oportunidades y encuentren motivación para escribir una historia distinta en sus vidas.