Voluntariado de servicio para quienes más lo necesitan como parte de sus procesos de reinserción social.

En una inspiradora iniciativa, adolescentes en el Centro de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado (CIP-CRC) Santiago concluyeron un taller de confección de baberos para adultos, destinados a usuarios y usuarias de la residencia “Los Jazmines”, de la Fundación COANIL, que no cuenten con redes de apoyo.

Durante dos meses, los jóvenes en el centro se dedicaron a medir, cortar y coser 20 baberos, poniendo especial cuidado en los detalles para entregar un producto en perfectas condiciones. Esta actividad de servicio al prójimo fue recibida con gran entusiasmo y orgullo por los participantes.
“Estoy feliz de haber ayudado a personas con discapacidad”, señaló uno de los adolescentes. Otro, emocionado, comentó: “Para mí esta instancia fue muy buena porque yo tengo un primo, que me quiere mucho, que estuvo en COANIL, entonces pensar que ahora uno puede hacer cosas para ellos también me llena de orgullo”.

Gloria Necul, monitora del Taller de Corte y Confección en el CIP-CRC, destacó la dedicación de los adolescentes. “En general quieren hacer cosas para sus familias cuando los vienen a ver en su visita, pero esta vez solo querían hacer los baberos de la manera más detallista posible”, afirmó.

Por su parte, Nicole Molina, encargada del voluntariado de Fundación COANIL, expresó su satisfacción con el resultado del proyecto. “Estamos contentos de haber dado curso a esta actividad. Los baberos están muy bien hechos y nos llena de orgullo conocer a quienes se pusieron al servicio de los usuarios de Fundación Los Jazmines, donde estarán felices de recibir este obsequio”, sostuvo.

El compromiso de los adolescentes no se detiene aquí, ya que se encuentran trabajando en la elaboración de un segundo lote de baberos para entregar a otra residencia que los necesite en el futuro.