La instancia, que es parte de las sanciones en medio libre contenidas en la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, adaptó su forma de trabajo presencial a modalidad online, siendo el único a nivel nacional que siguió funcionando en pandemia.El programa de Servicio en Beneficio de la Comunidad (SBC) “Luis Pérez Aguirre”, de Tarapacá, modificó su forma de trabajo para hacer efectivo el cumplimiento de las horas comunitarias a los jóvenes sancionados bajo la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA). El SBC, que hoy se encuentra bajo la ejecución del Serpaj y supervisión del Sename, tiene alrededor de 48 jóvenes vigentes cumpliendo sus sanciones.

“Este programa ha sido el único que a nivel nacional se mantuvo en funcionamiento, pese a las extensas cuarentenas, entregando beneficios a nuestras residencias de protección y fortaleciendo los lazos entre las unidades de Justicia Juvenil y de Protección de Derechos, siendo esta una experiencia muy positiva”, destacó la seremi(s) de Justicia y Derechos Humanos, María Teresa Osorio.

El objetivo es que el joven que infringió la ley cumpla su sanción a través de un trabajo que beneficie a la comunidad, en este caso y debido a la pandemia, este servicio debió innovar su forma de funcionamiento, convirtiéndose en “un espacio virtual donde a los adolescentes se les llevan los materiales de trabajo y, vía remota, reciben una clase en línea en que los monitores explican cómo deben hacer estos trabajos”, explicó Andrea Briceño, directora regional (s) del Sename Tarapacá.

Es así que durante los años 2020 y 2021 los principales beneficiados fueron niños, niñas y adolescentes en residencias colaboradoras del Sename. Esto se explica por las extensas cuarentenas y cuidados sanitarios, tanto para los jóvenes como para las empresas donde realizaban sus trabajos.
“Los trabajos realizados por los jóvenes han sido significativos para mostrar que se encuentran generando labores en beneficio de la comunidad, priorizando a la infancia y adolescencia en la red Sename”, destacó Andrea Cáceres, coordinadora de la Unidad de Protección.

Dentro de los trabajos se destacan la fabricación de canastas de pascua y escudos faciales para niños, niñas y adolescentes en residencias.