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14 de Noviembre de 2019

Niños y niñas visitaron la nueva residencia familiar que continúa con el cierre del Cread Galvarino

Recibidos por la directora regional Metropolitana del Sename, los entusiastas beneficiados conocieron las dependencias de su futura casa, que cuenta con un espacio más personalizado, acogedor y seguro para su protección y desarrollo integral.


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Llenos de asombro y alegría, 13 niños y niñas del Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Galvarino conocieron la que será su nueva casa, la Residencia Familiar Carlos Antúnez, ubicada en Providencia. El cambio de mirada desde un modelo masivo a uno familiar comenzó en la Región Metropolitana con la inauguración de la Residencia Familiar Bilbao, y seguirá avanzando con el cierre definitivo del Cread Galvarino.

Carla Leal, directora regional Metropolitana del Servicio Nacional de Menores (Sename), acompañó a los niños durante la visita, escuchando sus consultas y compartiendo sus expectativas: “Estamos felices de continuar este proceso, pasando de un cuidado masivo a uno más personalizado. Muy pronto todos podrán compartir en una casa grande y hermosa, con amplios espacios”, afirmó.

“Ha sido un proceso lleno de muchas emociones, los niños y niñas están emocionados con el cambio. Como equipo tenemos la energía para afrontar este enorme desafío, daremos lo mejor de nosotros para acompañarlos y compartir en este nuevo espacio”, agregó por su parte la directora de la residencia familiar, Pamela Ramírez.

Asimismo, Carmen Huenchumil, directora del centro de protección Galvarino, destacó la importancia del trabajo que se ha realizado desde el Cread para hacer del proceso de cambio una instancia participativa: “Al igual que como llevó a cabo en la habilitación de la Residencia Familiar Bilbao, se están realizando una serie de acciones para favorecer el abordaje de este cambio con los niños y sus familias”, sostuvo.

La Residencia Familiar Carlos Antúnez será mixta y en ella vivirán principalmente hermanas y hermanos, restituyendo su derecho a vivir en familia en un espacio seguro y acogedor. La casa cuenta con un patio amplio e iluminado, habitaciones individuales o dobles y una fuerte vinculación con las redes comunales para el acceso a la cultura, educación y deporte.