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4 de Octubre de 2019

Funcionarios y jóvenes del Cread Pudahuel se reúnen para charlar sobre las residencias familiares

Se están llevando a cabo diversos conversatorios a propósito de los procesos de reconversión en la región. 

El cambio de mirada desde un modelo masivo a uno familiar comenzó en la Región Metropolitana con la inauguración de la Residencia Familiar Bilbao, para niñas que se encontraban en el Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Galvarino. Ahora corresponde la reconversión del Cread Pudahuel, la cual ya se inició a través de una serie de conversatorios para los adolescentes y quienes trabajan con ellos.

Durante la última jornada, un grupo de profesionales y equipo directivo les presentó un video con imágenes de la vida diaria de jóvenes en las residencias familiares de Valparaíso. Ante ello, se mostraron receptivos de iniciar el cambio, planteando sus principales dudas e inquietudes y compartiendo sus expectativas, viendo con entusiasmo las nuevas casas. Asimismo, fueron informados de la próxima apertura de la Residencia Familiar San Miguel, dependencias que pronto se convertirán en su nuevo hogar.

Alfredo Rodríguez, director del Cread Pudahuel, destacó el trabajo que se está haciendo en estos procesos de reconversión: “Estamos felices y expectantes de comenzar el cambio de casa, todos están llenos de dudas y como equipo debemos responderlas. Seguimos trabajando arduamente con las familias para continuar con sus visitas y generar las condiciones para que se sientan cómodos y acogidos en el nuevo espacio”, comentó.

En el conversatorio también participó Fernando Duarte, director de la nueva residencia familiar, quien saludó a los jóvenes y los invitó a “compartir y fomentar la sana convivencia, el deporte y las artes en la nueva casa. Estoy agradecido de encabezar este desafío y convencido de que todos juntos lo lograremos”.

Las residencias familiares buscan contribuir a la reparación de las experiencias de vulneración vividas por niños, niñas y adolescentes que han sido separados de sus familias de origen por orden de tribunales de familia. Su objetivo es brindar un ambiente de contención, apoyo y efectiva protección por medio de una atención personalizada.