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18 de Mayo de 2018

Explotación sexual infantil: una realidad muchas veces oculta

El Sename Araucanía, PDI y Fundación Tierra de Esperanza llaman a la población a denunciar la ocurrencia de hechos que pueden ser constitutivos del delito de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes.

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Con una intervención artístico-callejera, el Servicio Nacional de Menores (Sename), la PDI y el Programa de Protección Especializado en Atención a víctimas de explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes (PEE) Rukalaf, a cargo de la Fundación Tierra de Esperanza, conmemoraron el día contra de este flagelo.

La actividad de difusión realizada en la principal arteria del centro de Temuco, incluyó la instalación de un stand informativo, con la utilización de personajes que identificaban un lobo intentando engañar a una niña y dos computadores que simulaban una conversación en línea, llamando la atención de los transeúntes, lo cual permitió a los representantes de las organizaciones entregar material informativo.

Danol Godoy, director regional (s) del Sename, dijo que “este es un fenómeno muy antiguo que muchas veces hacemos invisible y que muta hacia las redes sociales, por tanto, es una responsabilidad tanto de los padres como también de toda la sociedad”.

En tanto, la subprefecto Catalina Barría, de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y de Menores (Brisexme) de Temuco, señaló que “lo que buscamos con la instancia es que la gente pueda denunciar estos hechos. Claramente hoy tenemos un mundo en la tecnología, y dentro de este mundo se encuentran este tipo de delitos”, aseguró.

Lorena Gallardo, directora del Programa Rukalaf, explicó que el índice de pobreza de la región “genera la ocurrencia de este tipo de delitos, a través de entrega de dinero o satisfacción de necesidades básicas como techo, alimentación, comida, etc.”

Cabe destacar que desde 2005, el Sename Araucanía cuenta con un proyecto de protección especializado en explotación sexual comercial infantil y adolescente que ha atendido a 226 niños, niñas y adolescentes. Entre sus antecedentes figura que las principales problemáticas detectadas en el territorio, dan cuenta que más del 36% de las víctimas sufre de aislamiento social y dificultades asociadas al tráfico y consumo de drogas, constituyéndose en altos factores de riesgo para la ocurrencia de este tipo de delitos.